La cerámica ha sido una parte integral de la cultura coreana durante más de mil años. La cerámica tradicional de Corea se caracteriza por su elegancia y simplicidad. La cerámica coreana es única en su diseño y técnica, y ha evolucionado junto con la cultura, la religión y la política del país.
La cerámica coreana se remonta al período neolítico, cuando los coreanos comenzaron a crear utensilios de arcilla. Durante el período Silla (57 a.C. - 935 d.C.), la cerámica de Corea alcanzó un nivel de refinamiento sin precedentes. Los alfareros siendo admirados y respetados en la sociedad. Durante la dinastía Joseon (1392 - 1910), la cerámica de Corea experimentó importantes cambios en su técnica y diseño, gracias a la implementación de nuevos métodos de cocción y el auge del confucianismo.
La cerámica de Corea se distingue por su técnica de cocción, que consiste en la utilización de altas temperaturas y una completa ausencia de glaseado. Esta técnica, conocida como "sangam", otorga a la cerámica su característico color gris-azulado y su elegante textura. Los alfareros coreanos utilizan un torno de una rueda para crear sus piezas, el cual ha evolucionado desde hace siglos. La arcilla es moldeada a mano, cubierta con un fino polvo de caolín y finalmente, se coloca en un horno durante varias horas a temperaturas de más de 1.000 grados centígrados.
La cerámica coreana se puede clasificar en diferentes tipos según la época en al que se creó, el método de cocción, y el lugar de origen. Algunos de los estilos de cerámica coreana más conocidos son:
La cerámica ha desempeñado un papel importante en la vida cotidiana y ceremonial coreana. Las piezas de cerámica se han utilizado en la preparación de alimentos, la celebración de rituales religiosos y como objetos decorativos en los hogares. La cerámica coreana también se ha utilizado como objeto de comercio, exportándose a China y Japón durante siglos. Además, los coreanos han utilizado la cerámica como forma de representación nacional en eventos como las ferias internacionales.
La cerámica coreana sigue siendo hasta hoy una forma importante de arte y cultura. A través de los años, los alfareros coreanos han mantenido sus técnicas tradicionales vivas y han experimentado con nuevas ideas y diseños. La cerámica sigue siendo la expresión más hermosa y elegante de la cultura coreana, y un ejemplo más del legado cultural del país.